Ex alumnos del Colegio y de la Universidad: escenas en blanco y negro

Conferencia impartida en la inauguración del Curso Escolar 2013/2014, 6 de septiembre de 2013, por D. José Antonio Perea Unceta, Doctor en Derecho, Profesor de Derecho Internacional Público de la Universidad Complutense y Presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos del Real Colegio de Alfonso XII.
Gracias por la invitación a participar en este acto, que agradezco en mi nombre y en el de la Asociación de Antiguos Alumnos del Colegio.
Les ruego excusen que esta conferencia no tenga un discurso estrictamente académico y ruego igualmente a los alumnos presentes que disculpen si en ocasiones expongo demasiados nombres, datos o fechas.
He leído en algún sitio que en este edificio hay 2.673 ventanas. Una cifra enorme, que quizás no incluya los edificios anexos al Monasterio, especialmente la Galería de Convalecientes y La Compaña, es decir, la “Universidad de María Cristina”. ¿Por qué me he fijado en las ventanas? No sé si alguno de vosotros ha visto la película “Los chicos del coro” (Francia, Christophe Barratier, 2004). Hay una escena -y una memorable canción- en la que los alumnos, al llegar la primavera y el buen tiempo, están más interesados en lo que hay más allá de las ventanas que en las clases de sus profesores. Cuando veo esa escena me recuerdo a mí mismo en las aulas de este Colegio, allá por los años setenta, y en las de la Uni, en los ochenta, más interesado en las aventuras de La Lonja, del Bosquecillo o del pueblo, que en las lecciones de Música de Eutimio Bullón o de Derecho Penal del Padre Paulino. Pero también pienso en los miles de alumnos que, como yo y como vosotros, se han asomado por esas ventanas, a ambos lados de La Lonja.
Debo decir, que para los que hemos estudiado en el Colegio y en la Uni, se trata tan sólo de dos etapas de un mismo camino y nos resulta difícil distinguirlas. Hay muchos elementos comunes: las piedras, los padres agustinos, los compañeros… la Historia, también.
Lo que os propongo en esta conferencia es abrir un agujero en la proyección de esa historia de los centros agustinos de San Lorenzo del Escorial y echar un vistazo –sólo un pequeño vistazo- para ver quiénes eran y cómo eran los alumnos que os precedieron y qué protagonismo tuvieron en esa historia después. No es un relato exhaustivo ni necesariamente riguroso, y escogeré sólo algunas escenas, que versarán principalmente sobre política y fútbol -dos temas muy españoles- aunque también hablaré de otros como la música, el arte o la literatura.
Algunos de los alumnos que protagonizan esas escenas estuvieron en el Colegio y en la Universidad María Cristina. Otros, sin embargo, sólo estudiaron en el Colegio o en la Uni, pero incluyo a ambos porque existen muchas afinidades y porque compartieron un lugar y una referencia académica comunes. Se trata de viejas escenas en blanco y negro, que suceden principalmente entre 1900 y 1950, pero algunos de los temas propuestos siguen de actualidad, como la política o el fútbol, que continúan aportando hoy en día la mayor parte de los denominados famosos. En aquellos tiempos no estaban de moda -como ahora- ni los personajes de la televisión (no había) ni los superchefs de la cocina (impensable). Por cierto, algunos de estos tenemos actualmente, como el chef Juan Mari Arzak (ex alumno del Colegio) o el presentador de Antena 3 Matías Prats (de la Uni).
He de advertir, antes de describir esas escenas y sus personajes, que todos los alumnos y alumnas que han pasado por estos dos centros son obviamente igual de importantes que los que citaré, porque todos han influido decisivamente en sus familias, sus amigos y sus trabajos. Lo que ocurre es que algunos han tenido una influencia más decisiva en la sociedad, más allá de su entorno inmediato, por sus logros profesionales, artísticos o sociales, y por eso figuran en los libros de Historia.
La primera escena es una página del diario ABC de 3 de junio de 1978 (pág. 8) con ocasión del fallecimiento de Don Santiago Bernabéu de Yeste(1895-1978), Presidente del Real Madrid. La primera foto de esa página corresponde al equipo de fútbol del R.C. de Alfonso XII y en el centro, sentado, aparece Santiago Bernabéu, de pequeño, con el balón en las manos. Son once chavales, muy serios y repeinados, camiseta con cuello y pantalón hasta la rodilla de color blanco y medias oscuras. Al fondo, las columnas del Patio de Reyes. La foto es posiblemente de 1910. Pero hay otras fotos similares de los equipos del colegio, entre 1903 y 1917. Si hacemos una composición entre ellas veremos detalles interesantes.
El introductor del fútbol en el Alfonso XII -y en los colegios españoles-, según relata el Padre Felicísimo en su Historia del Real Colegio de Alfonso XII, fue el P. Teodoro Rodríguez allá por 1900 (1). Lo había conocido en el Colegio Escocés de Valladolid y aprovechó que aquí había dos alumnos con experiencia futbolística en Inglaterra -los hermanos Wandosell– para crear cinco campos en La Lonja y practicarlo. En 1902 juegan en la Lonja el recién creado, cinco meses antes, Real Madrid (llamado entonces Madrid Fútbol Club) y el Moncloa FC (que sería absorbido en 1907 por aquél). La relación entre el Colegio y los equipos madrileños de fútbol sería desde entonces muy estrecha. Así, los hermanos Wandosell –Adolfo y Francisco- jugarían desde 1903 en el Madrid FC, e incluso en una ocasión contra el Colegio en un partido amistoso en ese mismo año y -lo que es más curioso- contra el Madrid a finales de ese año jugando en un equipo mixto integrado por alumnos del Colegio y de la Uni, donde estudiaba el mayor. Por cierto, victorias del Madrid, 8-0 y 4-1. En la foto de este equipo de 1903 [2] se ve a dos hermanos de Santiago Bernabéu, Antonio y José. El primero también fue profesional. De hecho, estuvo en el Real Madrid desde 1911 al 17. Otro hermano, Marcelo, también alumno, fue jugador blanco en las mismas fechas. Santiago Bernabéu, por su parte, estudió Derecho en la Uni, fue jugador entre 1913 y 1928 y posteriormente directivo (1927-43) y Presidente del Club durante 35 años, hasta 1978.
Pero en aquellas viejas fotos vemos otros futuros profesionales del Real Madrid, alumnos del Colegio, cuyos nombres hoy hemos olvidado, pero que entonces eran tan famosos como actualmente Ronaldo, Ramos o Casillas, porque eran las estrellas de sus equipos y jugaron muchos de ellos con la selección española. Es el caso de Manuel Prast (en el Real Madrid entre 1904 y 1914), José María de Aspiunza (1907-10), René Petit (1914-17) o José Múgica (1915-17), época en la que buena parte del equipo titular provenía del Colegio Alfonso XII. El último citado es un caso peculiar, porque José Múgica Múgica (1894-1981) no fue un futbolista usual (estuvo en el Real Madrid y en el Real Irún): estudió también en la Uni, fue doctor en Derecho, Letrado del Ayuntamiento de San Sebastián (1919), cofundador del Diario Vasco (1934) junto con el mariacristino Juan Ignacio Luca de Tena y el escritor Ramiro de Maeztu, Alcalde donostiarra entre 1936 y 1937, y conocido abogado e historiador local. También, siguiendo con la relación, estudiaron aquí Manuel Posada Tapias (Real Madrid, 1917-23) o el escurialense Ernesto Mejía (1919-27), Félix Quesada (1921-36) o el gurriato Víctor del Campo (1921-29), jugadores madridistas de los años veinte y treinta.
También hubo jugadores de otros equipos, como el portorriqueño Eduardo Ordóñez, del Atlético del Madrid, en los años treinta (1928-31 y 33-35), que fue incluso seleccionador nacional de Puerto Rico en 1959. El otro seleccionador que ha dado esta casa fue José Luis del Valle Iturriaga, ilustre abogado y Presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos entre 1962 y 1975, Presidente del Atlético del Madrid del 35 al 36 y que fue coseleccionador nacional de fútbol en un solo partido, en 1955 (Suiza 0, España 3, en la clasificación del Mundial de 1958).
En el equipo del Colegio de 1917 (3) figuran Rafael Fernández-Shaw Iturralde (1905-67) y Carlos Rein Segura. El primero fue un famoso de la música de los años veinte y treinta, pues junto con su hermano Guillermo y con otro compañero del Colegio, Federico Romero Sarachaga(4) (1886-1976), escribieron numerosas zarzuelas, como Doña Francisquita (1923) o La tabernera del puerto (1936), grandes éxitos del momento. Como a este género se le denomina género chico, por ser la versión popular española de las óperas, a los que las escribían se les conocía -más que como dramaturgos- como libretistas, pero alguno obtuvo el Premio Nacional de Teatro, como es el caso de Rafael, en 1949.
Su hermano Casto Fernández-Shaw (1895-1878), fue un arquitecto de prestigio, encuadrado entre los artistas de la Generación del 27 no estrictamente de las letras (como el cineasta Buñuel o el pintor Dalí), autor entre otros de los edificios Titanic (en la Avenida Reina Victoria de Madrid) y Coliseum (en la Gran Vía) o de la gasolinera Porto Pí, hoy Gesa. Otro arquitecto de renombre fue Luis Gutiérrez Soto (1900-77), de la misma Generación, académico, autor del bar Chicote, el cine Callao, el edificio original del aeropuerto de Barajas o del Ministerio del Aire en la entrada de Madrid por Moncloa, que a todas luces está notablemente influenciado por las líneas y formas de este Monasterio de El Escorial, donde estudió en los años veinte. El Colegio ha dado también recientemente otros arquitectos ilustres, como es el caso de Juan Herreros, coautor de la Torre Woermann de Las Palmas o de la nueva sede del Museo Munch de Oslo en Bjorvika. Y otros artistas reconocidos, como el pintor Fernando Álvarez de Sotomayor (1875-1960), que fuera Director de la Real Academia de Bellas Artes y del Museo del Prado (1922-31 y 39-60), autor del cuadro de San Agustín que hay en la sala de visitas y que cuenta con una placa homenaje (de 1957) en una de vuestras aulas.
Imagen: Gasolinera Gesa (antes Pi) y Ministerio del Aire
En ese equipo, de la última foto citada, también está, como he dicho, Carlos Rein Segura. Es uno de los siete ministros que han salido de ambos lados de La Lonja: cuatro de María Cristina, dos del Alfonso XII y uno de ambos. Este último fue Manuel Argüelles Argüelles (1875-1945), que estudió en el Colegio y figura con el número 1 en la primera lista de alumnos de la Universidad, allá por 1892. Fue Ministro de Hacienda (1921 y 1930) y de Fomento (1922). Es mi más antiguo predecesor en el cargo de Presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos, puesto que fue el primero entre 1922 y 1923. Sus siguientes compañeros de esa lista de la Uni, por orden alfabético, eran Eduardo Aunós Pérez (1894-1967) y Manuel Azaña Díaz (1880-1940). El primero fue diputado de la Lliga Catalana, Ministro de Trabajo (1927-30) y posteriormente procurador, embajador y Ministro de Justicia (1943-45). El segundo fue Ministro de Guerra (1931-33), Presidente del Gobierno provisional (1931), diputado de Izquierda Republicana y Presidente de la República (1936-39). Además, Azaña fue periodista y escritor, Premio Nacional de Literatura en 1926, autor de la obra El Jardín de los Frailes, que retrata su paso por San Lorenzo, y Presidente del Ateneo de Madrid, sucediendo a otro ex alumno del Colegio y de María Cristina, el político, académico y abogado José Soto Reguera (después serían presidentes de este foro cultural Valle-Inclán y Unamuno). Por cierto, sus memorias –las de Azaña- fueron escritas por su cuñado, Cipriano Rivas Cheriff (1891-1967), alumno del Colegio, director del Teatro Español y reconocido escenógrafo. Aunós fue compañero de Consejo de Ministros de José Yangüas Messía (1890-1974), ex alumno de la Uni, académico, Catedrático de D. Internacional (1918), diputado conservador, Ministro de Estado (1925-27), Presidente de la Asamblea Nacional (1927-29) y posteriormente embajador (1939-42) y procurador en Cortes.
Imagen: “El jardín de los frailes”, Manuel Azaña
Del Colegio son los ministros del régimen franquista Carlos Rein Segura (1897-1992) -aquel del equipo de fútbol- que fue Ministro de Agricultura (1951-57) y Joaquín Ruiz-Giménez Cortés (1913-2009), Catedrático de Filosofía del Derecho (1943), embajador (1948-51), Ministro de Educación (1951-56) y Defensor del Pueblo (1982-86) ya en la democracia. Me falta un ministro, para hacer los siete, pero hablaré de este séptimo después.
Imagen: Joaquín Ruiz Giménez y Carlos Rein Segura
El Escorial ha dado también numerosos parlamentarios. Tantos que en los años veinte y treinta se conocía a los que habían estudiado aquí como la minoría escurialense. En 1921, por ejemplo, se reunieron en el Hotel Ritz de Madrid 17 diputados, un senador y un Ministro, Argüelles, todos ellos ex alumnos. Por cierto, también en la actual democracia ha habido políticos alfonsinos, como el Vicepresidente del PP y fundador de la patronal madrileña CEIM José Antonio Segurado, el Secretario General del PSOE de Andalucía y Consejero andaluz Carlos Sanjuán o el también Consejero de la Junta y Secretario General del Partido Andalucista Miguel Ángel Arredonda.
Pero volvamos al fútbol. Como decía, los partidos se disputaban en esa época en La Lonja. Los campos del Bosquecillo se hicieron mucho más tarde, en 1954-55. En la inauguración del Bosquecillo se disputó un partido entre el Atlético del Madrid y un combinado del Colegio, la Uni y San Lorenzo, iniciando una estrecha relación entre este club, el pueblo y el colegio que se intensificaría con las pretemporadas del club colchonero en los años 60 y 70 en el Hotel Victoria y sus entrenamientos en el campo de abajo del Bosque, que algunos recordamos cuando tenía más hierba.
Pero los alumnos de aquellos años, llamados caballeros alumnos, no sólo jugaban al fútbol, también estudiaban, asignaturas como las de hoy y otras que suenan bastante raro, como Composición Latina, Cosmografía, Psicología y Lógica, y Agricultura… También, por cierto, instrucción militar y equitación, con profesores que habían sido oficiales de las diferentes armas. No es de extrañar que del Colegio salieran tantos militares, entre ellos algunos generales y almirantes, como el General José Sanjurjo (1872-1936), combatiente en Cuba y Marruecos, condecorado con la máxima distinción militar, que es la Gran Cruz Laureada de San Fernando, y que fue Alto Comisario en Marruecos (1927-31), Director de la Guardia Civil (1928-31) y de Carabineros (1931-32) y promotor del intento de golpe de estado contra la República de 1932, conocido precisamente como la sanjurjada.
El séptimo ministro del que os hablaba –Rafael Sánchez Mazas- aparece en otra foto (una foto imaginaria, pero que seguro que existe en algún cajón) y que es de 1930 en la bodega El Gato Tuerto, lo que hoy conocéis como el Monas, en la cuesta de Grimaldi. Aunque no hay foto de la tertulia, podemos imaginarnos en la del Gato Tuerto a su presidente natural el periodista, humorista y escritor infantil Antoniorrobles, nacido en Robledo y vecino de San Lorenzo, al ex alumno de esta casa el periodista Xavier de Echarri (luego director de La Vanguardia), al también periodista y poeta Román Escohotado, alumno de María Cristina, o sus compañeros de la Uni Dionisio Ridruejo y Antonio Tovar.
Otra foto con el mismo personaje central, Ridruejo, es la de los redactores de la Revista Escorial, fundada en 1940 por el aparato propagandístico del régimen del General Franco y que pronto se convertirá en su primer núcleo crítico.
Imagen: Revista Escorial y Dionisio Ridruejo
Para entender la escena debemos comprender que aunque las fotos eran entonces en blanco y negro, el color predominante en aquella época era sin embargo el marrón, pues -como decía una novela que la recrea, La sombra del viento, de Carlos Ruiz Zafón (Ed. Planeta, Barcelona, 2001)- a todo se le daba la vuelta y todo se teñía de ese color. No obstante, si había alguna nota de color era sin duda el azul con un toque en rojo del bordado de las flechas de la falange y de la boina requeté. Azul, porque aunque la ideología de aquellos años del franquismo no era precisamente el falangismo, sí se apropió el régimen de su nombre y de su estética para crear y adornar el partido único. Por eso, en el Reglamento del Colegio de 1940 se dice en su Artículo 4º que los alumnos mayores, además de traer cubiertos, corbatas, sábanas, diez pañuelos…, deberán tener –dice- un traje reglamentario de Falange.
Y también, como en el fútbol, los escurialenses estaban en el corazón de la política de la época, porque entre los fundadores de Falange Española hay dos maríacristinos, Rafael Sánchez Mazas y Dionisio Ridruejo, ambos escritores y ambos protagonistas de la Revista Escorial.
Dionisio Ridruejo fue un escritor de la Generación del 36, Director General de Propaganda (1936-41), que marcha a Rusia con la División Azul en la II Guerra Mundial y a su regreso comienza su oposición al régimen, primero de forma moderada en la Revista Escorial, que fundara en 1940 junto con Pedro Laín Entralgo, y posteriormente en diferentes movimientos políticos socialdemócratas. En esa oposición coincidirá en los años setenta con otros ex alumnos, como sus amigos el alfonsino y ex ministro Joaquín Ruiz-Giménez –democristiano- y el maríacristino Antonio Tovar.
Tovar es un ejemplo de las relaciones profesionales entre compañeros escurialenses, que ya hemos visto en la música (Fernández Shaw y Romero Sarachaga) o en la política. Lo cierto es que es mucha coincidencia que Aunós y Yanguas sean ministros del mismo gabinete, en las mismas fechas, lo mismo que veinticinco años después Rein y Ruiz-Giménez. Antonio Tovar (1911-85), primero fue nombrado Director de Radio Nacional de España (1938-40) por Ridruejo, del que era ya su segundo en la D. G. de Propaganda durante la guerra, y después –siendo un Catedrático de Latín (1942) y un filólogo e historiador de prestigio- fue designado Rector de la Universidad de Salamanca (1951-56) por Ruiz-Giménez.
Pero los únicos inconformistas no fueron estos; también, pero con otro estilo, podríamos decir “más pasota”, fue el caso de Rafael Sánchez Mazas(1894-1966), periodista y escritor, miembro de la Real Academia Española, fundador de Falange y Ministro sin Cartera (1939-41). También se le conoce por ser padre del novelista Rafael Sánchez Ferlosio –autor de El Jarama- y por ser el protagonista de la novela de Javier Cercas Soldados de Salamina(Ed. Tusquets, Barcelona, 2001), llevada al cine por David Trueba en 2003. Sánchez Mazas es un personaje interesante, no fue un gran escritor, ni un político brillante, pero estuvo en medio de los grandes escritores de la época, en medio de los más importantes sucesos políticos, y prácticamente sin hacer nada: cuando en la reunión celebrada en 1935 en el bar madrileño La Cueva del Orkompon se compuso el himno falangista, el Cara al Sol, auténtica banda sonora del régimen franquista, él no propuso ningún verso, ninguna estrofa (lo hicieron, entre otros su compañero Ridruejo); cuando le capturaron en la guerra civil- así lo relata aquella novela-, un soldado se apiadó de él y no fue fusilado; le eligieron para la Real Academia Española pero no tomo posesión; y cuando Franco le nombró ministro, no compareció a los consejos de ministros, y una única vez que fue, se encontró que le habían quitado la silla, estuvo de pie y no volvió más, pero nunca fue cesado… En todo era pero no estaba.
En la redacción de la Revista Escorial, coincidieron no sólo los alumnos escurialenses Ridruejo o Tovar, también otros escritores como el poeta gurriato Luis Felipe Vivanco, o como Gerardo Diego, Gonzalo Torrente Ballester, Luis Rosales, Vicente Aleixandre, Blas de Otero o incluso ocasionalmente Gregorio Marañón, Azorín y Pío Baroja. En la foto del llamado grupo de Burgos en 1973 -sucesor de aquel grupo del Escorial- aparecen los escurialenses Vivanco, Ridruejo y Tovar, junto a Rodrigo Uría, Laín y Torrente Ballester.
Imagen: Dámaso Alonso, Fernando Álvarez de Sotomayor y José Sanjurjo.
En esas tertulias y en la revista también participó otro ex alumno de María Cristina, el insigne poeta de la Generación del 27 Dámaso Alonso (1898-1990) Director de la Real Academia (1959-90), Premio Cervantes en 1978, y que por cierto era una gran amigo de otro colaborador de la Revista Escorial, el Premio Nobel Vicente Aleixandre, con quien veraneaba en su juventud en Las Navas del Marqués.
Porque no siempre nos acordamos de la historia, es por lo que de vez en cuando hay que hablar de ella, como en este acto, o grabarla en monumentos o en placas. Para recordar a esos escritores ilustres impulsé –cuando era Concejal de Urbanismo y Medio Ambiente, en 1996- un parque dedicado a ellos, el de los Alamillos, cerca de la Uni, junto a la casa que fue de otro maríacristino, Juan Ignacio Luca de Tena (1897-1975). Este fue también diputado monárquico, académico, embajador, dramaturgo y director del periódico ABC desde 1929. Es el autor, además, de la obra ¿Dónde vas Alfonso XII?, que llevada al cine en 1958, habremos visto algunas generaciones de ex alumnos de este Colegio unas cuantas veces en este mismo Salón de Actos en las sesiones de cine que había los domingos por la tarde. En ese parque puse una placa de bronce con un soneto de Ridruejo al Monasterio.
Esta placa, este poema, está actualmente oculto por una pintada. Permitidme una digresión al respecto. Hace algo más de un mes estuve con mi familia en el Museo de las Bellas Artes de Niza, en Francia, y allí vimos un gran cubo de plástico transparente en el que el autor había escrito con un rotulador: “Si cualquier cosa puede se arte, esto también lo es”. Creo que se puede admitir que un graffiti sea arte, pero no que le esté permitido que pueda ocultar otra obra de arte.
Del mismo modo, las circunstancias, protagonistas y modas del tiempo que vivimos no deben ocultar los sucesos, condiciones y personajes de la historia. Por eso, y para terminar con esta conferencia, quisiera señalar que este Colegio y María Cristina tienen un bagaje histórico extraordinario, que debe servirnos -no para reverenciar el pasado- sino para sentirnos parte de esa historia, para sentirnos afines a esos personajes, y alentarnos cuando menos a ser protagonistas de nuestras vidas y de nuestro entorno familiar, social y profesional. Muchas gracias.
- (1) P. Felicísimo Castaño, Edes, San Lorenzo del Escorial, 1996, tres volúmenes. Cfr. vol. II, pp. 846 y ss..
- (2) Vid.P. Felicísimo Castaño, op. cit., vol. II, p. 854.
- (3) Vid.P. Felicísimo Castaño, op. cit., vol. II, p. 864.
- (4) Fue Vicepresidente de la Asociación de Antiguos Alumnos (1948-53).