Navidad, alegre Navidad
Escrito por Juan Sevillano
“El desierto y el yermo se regocijarán, se alegrará la estepa y florecerá como flor de narciso, festejará con gozo y cantos de júbilo” (Isaías 35, 1-2)
Llegó la Navidad, que susurraba el Adviento, y con ello el cortejo alegre de luces y melodías que vemos y escuchamos por todas nuestras ciudades y que nos anuncian, nada menos, que la conmemoración del nacimiento en Belén de un Niño-Dios que va a tomar nuestra misma naturaleza humana y que terminará dando su vida por nosotros. ¡Feliz Navidad!
Quizás los cristianos no hayamos reflexionado demasiado en la grandeza de este magno acontecimiento que todos los años celebramos. La Navidad no puede tener otro sentido que no sea el cristiano. O sea, la conmemoración del Nacimiento de nuestro Dios, que es un hecho constatado históricamente, y que marca el cómputo del tiempo. La alegría navideña no puede tener otro origen que este.
Como antiguos alumnos del Real Colegio de Alfonso XII, volvamos nuestra mirada estos días hacia la Comunidad Agustiniana de San Lorenzo de El Escorial, donde recibimos una imborrable e impagable formación religiosa e interpretemos y vivamos estas fiestas con el verdadero sentido que tienen, alejados del creciente paganismo con que año tras año vienen presentándonoslas.
El Real Colegio de Alfonso XII siempre nos debe traer unos gratos recuerdos. Allí germinaron los primeros brotes de nuestra formación cultural y cristiana, que por lo menos a mí me ha servido para tener siempre muy presente que esta vida terrena no es otra cosa que una andadura hacia Dios.
Unámonos a la alegría familiar de estas fiestas navideñas, aunque notemos ya la ausencia de algunos de nuestros seres más queridos, poniendo nuestros ojos en el Portal de Belén y huyamos de esas pantomimas que se nos ofrecen por doquier: el Papá Noel y otras muchas cosas que desvirtúan el verdadero fundamento y sentido de esta celebración.
Felices Fiestas de Navidad para todos.